Hoy en día esta festividad se ha popularizado en todo el mundo, principalmente por la oportunidad que nos brinda de disfrazarnos y dejar de ser por unas horas quienes somos habitualmente. Pero no nos quedemos en la superficie, el día de todos los Santos no es una celebración precisamente festiva.
Halloween
La palabra "Halloween" se empezó a utilizar en el siglo XVI y es una variación escocesa de la expresión inglesa "All Hallows' Even" o víspera de todos los Santos. Esta tradición conocida como la noche de Brujas o noche de Difuntos se celebra el 31 de octubre parte de una costumbre de origen celta, basada en la festividad celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos. La palabra Samhain significa fin de verano y era una celebración celta que marcaba el final de la temporada de cosechas.
Los antiguos celtas creían que las barreras que separan el mundo de los vivos y de los muertos desaparecían esa noche permitiendo a los espíritus, buenos y malévolos entrar a nuestro mundo. Esta tradición fue asimilada por los romanos, más tarde el Papa Gregorio III (731–741) decidió trasladar la festividad cristiana de Todos los Santos del 3 de mayo al 1 de noviembre para cristianizar la celebración.
Jack-o’-lantern.
Uno de los símbolos de esta celebración es el Jack-o’-lantern. Que originalmente se refiere a un vigilante nocturno con un farol (siglo XVIII), pero a su alrededor hay numerosas leyendas, todas asociadas al Diablo donde éste, arroja una brasa con el fuego del infierno, que nunca dejaría de arder, a un hombre del que no pudo obtener su alma (historia de Jack y el Diablo).
Posteriormente se aplica este hecho al fenómeno de los fuegos fatuos o will-o’-the-wisp, también, los nombres “Jacky Lantern” y “Jack the Lantern” se refieren a los fuegos fatuos en vez de a la calabaza tallada. En Irlanda y Gran Bretaña desde 1837 existe la tradición de tallar faroles a partir de nabos y remolachas.
La conexión entre el jack-o’-lantern y Halloween es totalmente norteamericana puesto que no hay registros anteriores al siglo XX que avalen esta tradición como Británica. Fue en EE.UU, donde no existían plantaciones de nabos o remolachas, pero sí de calabazas, donde se inicia la tradición de conectar el jack-o’-lantern y Halloween utilizando una calabaza (según David J. Skal).
“Ignis fatuus”
Los fuegos fatuos son pequeñas y fugaces luminiscencias pálidas que pueden verse en el aire durante la oscuridad de la noche, a poca distancia del suelo, en cementerios y lugares pantanosos.
El fenómeno está relacionad con la inflamación espontanea de materias (como el fósforo y gases como el metano) procedentes de animales o vegetales en putrefacción o el brillo de las sales de calcio presente en las osamentas.
Ninguna de estas teorías explica por qué las llamas tienen un patrón de movimiento, mantienen su forma y tamaño durante varios minutos e incluso se desplazan contra el viento. Los gases necesitarían una fuente de ignición, los organismos bioluminiscentes no pueden adoptar la forma y características de una llama, el fósforo no tiene los tonos azulados de los fuegos fatuos y las osamentas no forman llamas y por lógica, están enterradas… Los fuegos fatuos, en algunos casos, retroceden ante la presencia de observadores.
También existe una teoría que relaciona el fenómeno con la electricidad y su aparición espontánea en ciertas condiciones climatológicas y geológicas (Derr y Persinger y Paul Deveraux). Las luces son generadas por la tensión tectónica, que calienta las rocas (piezoeléctricas como el cuarzo) vaporizando el agua que contienen, produciendo electricidad, ésta es conducida por la columna de agua vaporizada hasta la superficie, apareciendo como luces terrestres.
La explicación más antigua, procede de mitos y leyendas del folclore europeo que relacionan directamente los fuegos fatuos con espíritus malignos que intentan desviar a los viajeros de su camino. Espíritus de niños sin bautizar (muy clerical) o nacidos muertos que danzan con su luz entre el cielo y el infierno. Otros mitos, más románticos, las relacionan con hadas del bosque o personajes y criaturas un tanto oscuros.
En definitiva, desde tiempos inmemoriales se han reconocido a las llamas, luces o fuegos como almas errantes de seres malignos fallecidos.
Disfraces
Por eso en muchos países se inició la costumbre de disfrazarse la noche de todos los santos como muertos penitentes, para pasar desapercibidos y no recibir ningún daño de los muertos malignos que pasean entre los vivos durante esa noche, puesto que esos dos mundos paralelos, incomprensiblemente están más cercanos. Las barreras existentes entre ambos se debilitan. Durante los días previos a esa fecha (este año se inició el 28-10), anualmente, las personas a las que llamamos diferentes (brujas, chamanes, magos…) se sienten especialmente afectados. Inexplicablemente, se debilitan física y psíquicamente y están peligrosamente expuestos a accidentes y enfermedades. Por lo que cada año deben sobreponerse al influjo de esas almas penitentes y mantener un encarnecido combate que les permita conservar la vida. Me dirijo a todos aquellos que estéis librando la batalla para daros ánimo y fortaleza. Para los más jóvenes que todavía no sabéis que está pasando: no tengáis miedo, sobreponeros y luchad porque no estáis solos y aquellos que poseen el “Don”, mentalmente se aúnan para enviaros la ayuda y fuerza necesaria.
Un abrazo a todos.
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